La princesa
está triste,
¿Qué tendrá
la princesa?
Los suspiros
se escapan
por su boca
de fresa
que ha
perdido la risa,
que ha
perdido el color...
Rubén
Darío
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Los niños son
tremendamente sensibles a los cambios en el ambiente y en nuestros estados
emocionales, además no poseen la experiencia suficiente para entender que "las
cosas pasan", que el dolor cede. Ellos se sienten impotentes ante el
sufrimiento.
La forma de
expresar tristeza en el niño es muy diferente de la del adulto, por lo que hay
que estar atentos a cambios de comportamientos, retrocesos evolutivos,
agresividad o problemas de alimentación o sueño.
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